Consultorio de Psicología WEB

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lunes, 21 de diciembre de 2009

Países de Noreste Asiático procuran aliviar pobreza.

Los países del Noreste Asiático están tomando una serie de medidas para hacer frente a los urgentes problemas sociales, con el fin de mejorar el nivel de vida de los ciudadanos que viven debajo de la línea de pobreza. Para alcanzar esta meta, los países se esfuerzan por impulsar el desarrollo económico y crear más oportunidades de trabajo, según fuentes del Taller Internacional de Construcción de Red y Capacidad en el Desarrollo Social del Noreste Asiático, concluido esta semana en Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang, noreste de China. Los países de dicha región intentan también establecer una red de seguros sociales, movilizar las asistencias públicas, ahorrar parte de presupuestos financieros y estimular el desarrollo de negocios privados, según la misma fuente.

El Noreste Asiático cubre, geográficamente, la República Democrática Popular de Corea (RDPC), Mongolia, el noreste de China, el este lejano de Rusia, la República de Corea y Japón. Lai Shian Lung, funcionario de las Naciones Unidas encargado de asuntos económicos y sociales, señaló que los países del Noreste Asiático tienen diferentes sistemas políticos y económicos y antecedentes culturales, y se encuentran en diferentes niveles de desarrollo económico, pero todos se enfrentan con los mismos problemas como la pobreza y empleos. Ellos han tomado los caminos que corresponden a la realidad de sus países, afirmó Lai, director de la Oficina de Política Socioeconómica y Gestión de Desarrollo del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.

Las provincias del noreste de China han ofrecido capacitaciones profesionales a los millones de trabajadores despedidos de las empresas estatales, para que ellos puedan encontrar nuevos puestos de empleo. Además las autoridades locales han formado una red de seguros sociales para los residentes urbanos con bajos ingresos a través de distribuir seguros de vejez, seguros de desempleo y el sistema de auxilios. Asimismo, el vigoroso desarrollo de empresas privadas en esas provincias, respaldado por el Gobierno central chino, ha logrado crear cada día más oportunidades de trabajo. En la República de Corea, la crisis financiera asiática ha dejado un gran número de desempleados y pobres, lo que hizo anticuado su viejo sistema de seguros sociales. El Gobierno coreano, además de expandir la cobertura del sistema de seguros sociales, ha tomado medidas para garantizar que todos los ciudadanos empobrecidos tengan suficientes alimentos y vestidos y accesos a la educación y servicios médicos.

Experimentando la transición de la economía planificada a la de mercado, Mongolia también está afligido por los crecientes desempleados y una población empobrecida. El Gobierno mongol ha elaborado un programa nacional de alivio de pobrezas y se dedica a crear más oportunidades de trabajo y ofrecer servicios de educación básica y médicos al pueblo, con la ayuda de fondos y asistencias técnicas del extranjero. En las regiones norteñas del lejano oriente de Rusia, el cambio de modelos económico y social, acompañado por el desempleo, las inclementes condiciones naturales e infraestructuras pobres, ha originado el descenso del nivel de vida. Un millón de residentes locales se vieron obligados a trasladarse de esta zona. Frente a esta situación crítica, las autoridades rusas han establecido un fondo gubernamental para ayudar a los habitantes que se han mudado al sur a adquirir viviendas asequibles, y proporcionarles trabajos, educación y servicios médicos y pensiones de vejez.

Por otra parte, los que se quedan en esas regiones pueden recibir subsidios especiales. Azotada por desastres naturales y otros factores, la RDPC se enfrentan con una serie de dificultades en los últimos años, y sobre todo la escasez de alimentos. El Gobierno de RDPC ha incrementado inversiones en la producción agrícola y tomado medidas para estimular la economía, con el objeto de crear más oportunidades de trabajo.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Regalos a 2 mil niños pobres...

Dos mil niños y niñas de los diferentes orfanatos de la ciudad, recibieron regalos navideños ayer por la mañana en las instalaciones del Parque Morelos, gracias a la Asociación "Ven, Cuenta Conmigo".

La fría mañana no fue impedimento para que cientos de niños recibieran juguetes y presenciaran una función de lucha libre, en un evento que se realizó dentro del palenque del Parque Morelos, el cual inició pasadas las 11 de la mañana.

Bicicletas, pelotas, muñecas, juegos de destreza, carros eléctricos, playeras de sus equipos favoritos, entre otros, fue lo que recibieron los niños, incluso hijos de policías caídos y del Departamento de Bomberos de la localidad, quienes también participaron en el acontecimiento.

Desde las 10 de la mañana, los menores fueron arribando al sitio a bordo de camiones de transporte escolar, a su ingreso les entregaron playeras de colores, que los distinguía dependiendo la casa hogar de procedencia.

El presidente de la asociación "Ven, Cuenta Conmigo", destacó que desde hace 16 años se organiza este tipo de eventos, cuyo propósito es crear una sonrisa en el rostro de los niños.Se trató de un total de dos mil menores que habitan en una de las 34 casas hogar que existen en la ciudad, que por algunas horas, fueron adoptados por los organizadores para convivir un rato dentro del palenque del Parque Morelos.

La mecánica de entrega de juguetes fue la siguiente: Cada niño entregó previamente una carta con las peticiones de juguetes o ropa que anhelan y los padrinos se encargaron de cumplir la petición.

martes, 8 de diciembre de 2009

Contexto actual de la infancia pobre.

Las estadísticas de las Naciones Unidas dicen que América Latina los niños de la calle sus edades oscilan entre 8 y los 17 años. Las niñas constituyen aproximadamente un 10 y 15%, ya que tienen más posibilidades de elaborar estrategias alternativas(cuidados de hermanos menores, trabajo doméstico, prostitución.)


La pobreza en América Latina produce muerte, enfermedades evitables, causadas por las falencias, ausencia de sistemas sanitarios y educativos, el abandono y la falta de hogar.

Es sabido que la pobreza y el desempleo de los adultos es fuente de desesperanza, complicando las relaciones entre padres e hijos y creando situaciones límite en la configuración familiar. Se intenta responsabilizar a los padres sin conciencia, pero si existe esa calidad de padres, por lo general soportan la misma marginación que sus hijos. Dice acerca de esto el padre Cajade: "La realidad de los chicos en riesgo es consecuencias de problemáticas que empiezan en sus familias.


Cuando decís que a los chicos de Argentina les faltan sus derechos, estas diciendo que le están faltando los derechos a los padres de los chicos. En la medida que aumenta la franja de exclusión de los padres esto se reproduce sobre la niñez."

Aún cuando la problemática de los niños de la calle aparece ante la sociedad como un hecho crítico en aumento, su cuantificación resulta dificultosa. Ello se debe a que los mismos niños en general deambulan de un lado al otro de la ciudad y al hecho de que gran cantidad de niños van al centro de las ciudades en calidad de trabajadores, solos o con sus progenitores, distorsionando la evaluación de su situación.

" La idea de mafias del sexo o de la droga, que manejan algunos grupos de chicos, niega la situación estructural que los arroja a los lugares vacíos de la ciudad. Quedan a merced de la calle y sus dueños, desde la policía hasta de los aprovechadores de su infancia y su soledad".

A partir de datos obtenidos por UNICEF, tomados de informantes clave, en el año 1991, se puede estimar en todo el país que habría alrededor 24.000 niños que trabajan en las calles y 6.000 niños que viven en la calle, es decir sin vínculos familiares o con vínculos débiles. La gran mayoría (80%) son varones y su distribución etárea es la siguiente: 15% son menores de 8 años de edad, 50% tienen entre 8 a 14 años y 35% entre 15 y 18.

Un elevado número de estos niños y adolescentes ya ha pasado por algún nivel de judicialización, presentando algunos un ciclo policía-juzgado-instituto-calle, proceso que los va deteriorando aún más.

En la opinión del Director de Minoridad del Arzobispado, Jorge Herrera Gallo, el chico de la calle es alguien que más que vivir sobrevive. "En la calle el chico aprende a sobrevivir cada día que pasa, por lo cual tendrá que aprender el lenguaje, las conductas y las reglas de las "ranchadas" que son los lugares donde se juntan los chicos."

Según estimaciones realizadas por INDEC/CELADE, la tasa de actividad de los niños entre 10 y 14 años pasó de 8% en 1960 a 6,6% en 1980. En este último año, las tasas de los varones (8,3%) y del área rural (11,8%) fueron las más altas.

En cuanto a la situación de las niñas, su inserción laboral tiende a ser subestimada ya que las que están a cargo de las tareas domésticas, no son consideradas como trabajadoras ni están remuneradas, lo que dificulta su relevamiento.

Una investigación realizada en 1987, utilizó un cuestionario con preguntas adicionales a las habituales con el objetivo de mejorar la captación de la extensión del trabajo infantil (6 a 14 años). Al mismo tiempo, permitió conocer algunas relaciones del trabajo infantil. Aquí también se confirmó que la tasa de actividad de los pobres (3,6%) es superior a la de los no-pobres (1,5%).


Asimismo, la actividad laboral aumenta con la edad y la pobreza: mientras 6,8% de los niños pobres de 11-14 años trabajan, ese porcentaje desciende a 1,2% entre los niños pobres de 6 a 10 años. Por otro lado, los resultados indicaron que los niños trabajadores pobres realizan sus actividades laborales fundamentalmente como cuenta propia o empleado doméstico, y a medida que disminuye el nivel de pobreza, predominan las actividades de "ayuda familiar" o asalariadas. O sea, los niños de familias más pobres realizan los trabajos más marginales.

El lugar marginal y la poca solución que les da la sociedad les permite(o les obliga) a elaborar estrategias de urgencia que les proporcionan algún recurso económico(limpieza de parabrisas, venta de estampitas, robo) A las cuales el imaginario social1 llama trabajo infantil, pero que en realidad no pueden llamarse trabajo, ya que son solo actividades destinadas a la supervivencia.

Hoy podemos pensar a estos niños de la calle como un excluido más del mercado.

La consistencia imaginaria de la infancia(niñez como inocencia, fragilidad y docilidad) concebida en el mundo burgués persiste hoy, y por lo tanto hay un desacople entre este discurso y lo que ocurre en la realidad, ya que ha habido un cambio histórico, ya sea desde los modelos de acumulación, como en el mundo del trabajo, la heterogeneidad de la pobreza, la vida cotidiana, etc.

La autora Cristina Corea plantea, que los niños pobres, la marginalidad en que están subsumidos, los chicos de la calle, y las situaciones violentas que ellos mismos protagonizan son un síntoma del agotamiento de las instituciones que forjaron la infancia, la escuela, la familia, el juzgado de menores, las instituciones de asistencia a la familia, por lo cual estas ya no producen su objeto: la infancia.

Los chicos en y de la calle son un síntoma social principalmente de la falta de trabajo que ha pasado a ser en la sociedad actual un bien escaso y precario.


Históricamente, los chicos que trabajaban cuando el trabajo requería tomar a todos los adultos era mal visto(ya que está condición de trabajador estaba reservada al mundo adulto, el cual tenía acceso al trabajo); hoy, podría pensarse que el trabajo de los niños es un mal menor dentro de todos los problemas que enfrentan los chicos de la calle.

El trabajo hoy a pesar de todo sigue estructurando la vida cotidiana, ya sea económicamente, simbólicamente y como estructurador de subjetividades.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

EL HAMBRE.... "HAMBRE EN EL MUNDO".



« El hambre en el mundo. Un desafío para todos: el desarrollo solidario », que ha sido atentamente preparado por el Pontificio Consejo « Cor Unum » por indicación del Santo Padre Juan Pablo II.



El Sucesor de Pedro en su Mensaje Cuaresmal se hizo portavoz de aquellos carentes del mínimo vital: « La muchedumbre de hambrientos, constituida por niños, mujeres, ancianos, emigrantes, prófugos y desocupados eleva hacia nosotros su grito de dolor. Nos imploran, esperando ser escuchados ».


Este documento se sitúa en el camino señalado por Cristo a sus discípulos. Las promesas y el mensaje de Jesús convergen efectivamente en la manifestación que « Dios es amor », un amor que redime al hombre y lo rescata de sus múltiples miserias para restituirle su plena dignidad.



La Iglesia a lo largo de los siglos ha puesto innumerables signos concretos de la misericordia de Dios. Su historia podría ser escrita como una historia de la caridad hacia los pobres, teniendo por protagonistas a los cristianos que han testimoniado a sus hermanos necesitados el amor de Cristo que da la vida por el prójimo.


Este estudio se propone ser una contribución al compromiso de los cristianos de compartir las angustias del hombre de hoy. Los temas tratados son de grande actualidad; éstos se refieren tanto a la descripción del hambre en el mundo, como a las implicaciones éticas de la cuestión, que tocan a todos los hombres de buena voluntad.


La publicación es de particular importancia en vista del Gran Jubileo del Año 2000 que la Iglesia se prepara a celebrar. El espíritu del documento no se alimenta en ninguna ideología, sino que se deja guiar por la lógica evangélica e invita a seguir a Jesucristo en la vida diaria.


Auguro una amplia difusión a esta publicación, confiando que pueda contribuir a formar la conciencia en el ejercicio de la justicia distributiva y de la solidaridad humana.



La amplitud del fenómeno pone en tela de juicio las estructuras y los mecanismos financieros, monetarios, productivos y comerciales que, apoyados en diversas presiones políticas, rigen la economía mundial: ellos se revelan casi incapaces de absorber las injustas situaciones sociales heredadas del pasado y de enfrentarse a los urgentes desafíos y a las exigencias éticas.



Sometiendo al hombre a las tensiones creadas por él mismo, dilapidando a ritmo acelerado los recursos materiales y energéticos, comprometiendo el ambiente geofísico, estas estructuras hacen extenderse continuamente las zonas de miseria y con ella la angustia, frustración y amargura... ».



« No se avanzará en este camino difícil de las indispensables transformaciones de las estructuras de la vida económica, si no se realiza una verdadera conversión de las mentalidades y de los corazones. La tarea requiere el compromiso decidido de hombres y de pueblos libres y solidarios».

lunes, 26 de octubre de 2009

Los indigentes podrán dormir en la calle.


Los Angeles, Estados Unidos. Funcionarios del ayuntamiento acordaron el miércoles no implementar una ordenanza utilizada para permitir las redadas policiales contra indigentes que duermen en las aceras mientras no se construyan 1.250 viviendas sociales de bajo presupuesto.

En los últimos años la policía ha recurrido a una ley de 1968 que prohíbe pernoctar o yacer en espacios públicos para detener a indigentes en Skid Row y alrededores, un barrio del centro de la ciudad cuya concentración de diez mil a doce mil vagabundos es una de las más altas del país.

Pero el año pasado una corte federal de apelaciones anuló condenas pronunciadas bajo esta ley, considerándola como uno de los castigos más restrictivos, crueles e inusuales del país, debido a la aguda ausencia de viviendas para personas sin recursos.
Según el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y la Unión Americana por las Libertades Cívicas de California del Sur, que en 2003 demandó a la ciudad a nombre de seis indigentes, el ayuntamiento permitirá dormir en las aceras de nueve de la noche a seis de la mañana. Pero no podrán echarse a dormir a menos de tres metros de la entrada de los edificios, estacionamientos o zonas de carga y descarga.

La medida permanecerá en vigor hasta que Los Angeles termine de construir 1.259 unidades residenciales de bajo presupuesto para indigentes. La mitad de esas viviendas se construirán en la zona céntrica y alrededores.El presidente del Ayuntamiento, Eric Garcetti, dijo que esperaba que tomará al menos tres años cumplir con la meta, que tiene un coste de 125 millones de dólares. Garceti dijo que el ayuntamiento financiará al menos la mitad, mientras que el resto lo contribuirán organizaciones benéficas y urbanistas.El ayuntamiento aceptó el acuerdo "porque al hacer así podemos apoyar a la ciudad en el logro de un objetivo compartido, que es terminar con la indigencia", dijo Garcetti. Dijo que la ordenanza entraría en vigor inmediatamente, aunque será anulada si la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito rechaza la moción que será presentada por el ayuntamiento y abogados de los indigentes.

Garcetti dijo que dudaba que el ayuntamiento permita que la policía reanude la implementación de la ley una vez que se construyan las viviendas, aunque sugirió que para entonces el ayuntamiento seguramente habrá adoptado otras leyes con la intención de solucionar el problema de la indigencia.Ramona Ripston, presidente de la ACLU, calificó el acuerdo de importante y "satisfactorio".

"No creemos que la gente tenga que dormir en la calle; nos gustaría que todos tuviesen una casa o una cama en un albergue, pero hasta que eso ocurra, la gente tiene que poder dormir en algún lugar", dijo Ripston. "Lo que significa la ordenanza es que la gente podrá dormir en cualquier parte de la ciudad, no solamente en Skid Row sino en todas partes de la ciudad sin que la policía los fastidie".

Bob Erlenbusch, presidente de la Coalición contra la Indigencia y el Hambre de Los Angeles, un grupo de activistas, dijo que las viviendas incluidas en el acuerdo eran muy pocas y temía que la policía reiniciara las campañas represivas una vez que se terminara el proyecto habitacional."Es terriblemente decepcionante que el ayuntamiento no tenga más visión para solucionar la crisis de la falta de viviendas".

miércoles, 7 de octubre de 2009

En la calle habitan "Niños y Niñas"

Uno de los hogares más impactantes y que se abre a la indigencia es la calle: y los pobladores más impresionantes son los niños y niñas que todos los días se mueven de un punto a otro, enfrentando necesidades precarias, económicas, culturales, educativas, espirituales y emocionales.



En México las políticas públicas han puesto poca atención a las condiciones que colocan a esta población infantil en riesgo de vivir y trabajar en la calle; de hecho, programas como el Progresa (hoy Oportunidades) aún no operan en las principales ciudades en donde se ha registrado la mayor presencia de este fenómeno social, ni han sido diseñados o adaptados para las características particulares que presenta.



Son los rostros de los niños y de las niñas que reflejan a un mundo indigente, a un mundo en extrema pobreza, y es dicha pobreza se refleja en dos sentidos: la pobreza económica que los afecta para vivir bien y satisfechos, y la pobreza humana que hace muy poco por rescatar los rostros adoloridos no solo reflejan a un país sino al mundo entero.

La indigencia en la tercera edad.



En marzo de 2003 Eugenio Semino defensor de la tercera edad manifestó que 60 millones de adultos mayores viven en indigencia en Latinoamérica, señalando que la principal causa de este problema falta de seguridad social y jubilación adecuada. Ante la pregunta de ¿cuál es la situación del adulto mayor en el continente latinoamericano? La respuesta adscrita fue: está no es uniforme, y se encuentra atravesada por la pobreza, la exclusión social y la enfermedad.



En el año 2006 México presentaba pobreza extrema en el grupo de la tercera edad, y a pesar de las resoluciones tomadas México representa uno de los países de América Latina que destina menos recursos para la gente de la tercera edad incluso por debajo de Bolivia.

La indigencia es un fenómeno social que no sólo rebasa a los niños y niñas de la calle, que no sólo se concentra en los adultos mayores, sino que atrae como un imán a los jóvenes, a los adultos, a los discapacitados; y más allá de convertirse en un factor de análisis social, pide ayuda moral y humanitaria. El mundo también está enfrentado las características de la indigencia moral, y la pérdida subversiva de la ayuda al otro.

Hoy más que nunca la sociedad que vive en indigencia a la sociedad aparentemente normal, que la vea no con lastima ni menosprecio. Sino como un rostro que forma parte de ella y que pide ser atendida urgentemente.

lunes, 17 de agosto de 2009

Se dice que la pobreza real duplica a la oficial.

Por la inequitativa estructura distributiva y la fragmentación e informalidad del mercado de trabajo el 30,8% de la población es pobre, porque vive en hogares donde los ingresos no alcanzan para comprar la canasta básica de bienes y servicios.



De esos totales, 4,1 millón -el 10,4% de la población¿ son indigentes porque ni siquiera pueden costear la compra de una canasta básica de alimentos.



Las cifras corresponden a un relevamiento realizado por la Consultora Equis, que dirige Artemio López y duplican última medición del INDEC, que dio, para la segunda mitad de 2008, un 15,3% de pobres, de los cuales el 4,4% sería indigente. Y también superan holgadamente al 20 o 22% que estimó días pasados Néstor Kirchner.



Uno de los factores que explican estas diferencias es que, con la misma canasta de consumo, para el INDEC la línea de pobreza de una familia tipo (matrimonio y 2 hijos) ronda los $ 1.000, mientras que para Equis es de $ 1.500. Y eso se debe a la distinta valuación de los precios.



El Informe de Equis destaca que en el segundo conurbano bonaerense, que comprende 13 partidos del GBA, como Berazategui, Florencio Varela, Ezeiza, Merlo, José C. Paz o Malvinas Argentinas, la pobreza trepa al 45,1%, y la indigencia al 18%. Al mismo tiempo como los hogares pobres e indigentes tienen más chicos, entre los menores de 15 años la pobreza en esos distritos salta al 54,7%. Estos datos explicarían porque el "Plan de Ingreso Social con Trabajo" comenzará a aplicarse en el conurbano bonaerense.



Artemio López asegura que la inflación sólo explica el 10% del incremento de la pobreza y que las causas centrales de la pobreza nacional, luego de varios años de crecimiento, son "un sistema de distribución del ingreso de inequidad creciente y la estructura del mercado de trabajo que reintroduce similares asimetrías vía empleo informal" pero también por fuertes desigualdades entre los trabajadores formales o en blanco. Y como muestra de esto último señala que, según la información oficial, para el 20% del universo de empleados formales privados ¿1.200.000 trabajadores¿, los salarios apenas superan los $ 1.500 mensuales.



En base a este análisis, López dice que algunos sectores ponen más énfasis en señalar a "la inflación" como causa central de la pobreza porque de la mano del discurso "antiinflacionario pretenden reflotar el paradigma neoliberal de bajar la demanda agregada o controlar el gasto".

lunes, 10 de agosto de 2009

En Camboya; las drogas, la violencia y el sida azotan a los niños de la calle.



La droga se han convertido en el mayor azote para los niños camboyanos de la calle, cuya adicción les hace todavía más vulnerables a la violencia y al sida.

"Antes, los niños de la calle sólo mendigaban. Ahora, se organizan en bandas, en las que se encuentran más protegidos, y salen a robar para poder pagarse las drogas", explica a EFE Hang Vibol, un activista que desde hace 18 años ayuda a los pequeños vagabundos en su centro de acogida Our Home, apoyado por la ONG española Global Humanitaria.

Centenares de chicos sin hogar dormitan en cualquier rincón, acera o parque público de Phnom Penh al despuntar el día, tras deambular toda la noche para conseguir dinero con el que financiarse el vicio.

Entre quinientos y 2.000 niños de 11 a 20 años viven en las calles de la capital camboyana, según las estimaciones de varias organizaciones.

La mayoría son huérfanos, jóvenes que han huido de sus casas tras ser rechazados por su padrastro o niños que han crecido en la calle con familiares pobres de solemnidad.

Algunos sobreviven con la recogida de basura para reciclar y otros se dedican a ocupaciones como la de capturar pájaros para que los transeúntes los liberen frente al Palacio Real en ofrenda a la buena suerte.

Sin embargo, la mayoría de ellos caen en la prostitución y la delincuencia.

"Salen por la noche, roban, se prostituyen o hacen lo que pueden para comprar droga", dice Hang, quien añade que "los pederastas ofrecen mucho dinero".

Aunque la delincuencia es todavía un problema menor en Camboya, las autoridades del país han empezado a mostrar su preocupación por el aumento de atracos a turistas y la mala imagen que esto puede causar en un sector clave de la economía del país.

Según Hang, el Gobierno se limita a ocultar el problema con periódicas operaciones de "limpieza" en las que los chicos son expulsados de las zonas más turísticas y abandonados en barrios del extrarradio.

A veces, el acoso policial va más allá: "La Policía nos pidió dinero para dejarnos dormir en la calle y como no teníamos nada, nos raparon la cabeza", dice Daro, un joven de 14 años que merodea por el turístico paseo fluvial, junto a tres compañeros.

La presión policial ha obligado a estos chicos a ser más discretos.

Muchos de ellos optan por refugiarse en los templos del centro de la ciudad porque "son espacios públicos que no pertenecen a nadie, donde nadie te puede echar", aclara Hang.

Uno de ellos es Wat Sarawan, al lado del Museo Nacional, donde media docena de jóvenes de entre 13 y 21 años fuman la 'yamma' (metanfetamina) comprada por uno de ellos con el dinero que consiguió tras prostituirse.

La 'yamma' es la droga más extendida en Camboya, consumida por el ochenta por ciento de los adictos a cualquier droga, aunque la heroína ha comenzado a popularizarse entre los chicos de la calle.
"Aquí solemos venir unos cien chicos pero hoy no hay nadie porque ayer vino la Policía", asegura Thin, una mujer de 31 años con las manos llenas de pinchazos y varios cortes en el antebrazo, ajena al deambular de los monjes por el recinto.
"Cuando no tengo drogas me hago un corte y me chupo la sangre, esto me tranquiliza", cuenta la mujer, que vive de hacer la calle.
El aumento del consumo de heroína y de metanfetamina por vía intravenosa, junto a la prostitución, ha disparado los casos de sida entre estos chicos.
"Hicimos un chequeo y nos encontramos con que el 80 por ciento de ellos eran portadores del virus", dice Hang.
Las posibilidades de escapar del triángulo que dibujan las drogas, la delincuencia y la prostitución son tan escasas como sus alternativas.
Phea vive en la calle desde 1993 y espera un hijo con su compañera, con la que vive en el parque que rodea Wat Phnom, uno de los símbolos de la ciudad.
"Vendo cacahuetes. No tengo nada más. Nadie nos da trabajo porque no se fían de nosotros".

lunes, 3 de agosto de 2009

en América Latina la pobreza afecta a 180 millones de personas.


Pese a que la pobreza disminuyó en la zona considerablemente entre 2002 y 2007, de acuerdo con un informe de la CEPAL ésta afecta todavía a un gran número de personas, principalmente en Uruguay y República Dominicana.

La pobreza disminuyó considerablemente en América Latina y el Caribe entre 2002 y 2007, pero en el año 2007 aún afectaba a 184 millones de personas (34.1% de la población), según un informe difundido hoy en Santiago por la CEPAL.

Esa cifra supone 9.9 puntos menos (37 millones) que el 44% de pobres (221 millones) que había en la región en 2002, de acuerdo con el Panorama Social 2008 presentado hoy en la capital chilena por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

En tanto, la indigencia o pobreza extrema pasó de un 19,4 por ciento en 2002 (97 millones de personas) a un 12,6 por ciento (68 millones), según las cifras del documento presentado por la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.

No obstante, estos avances se han frenado entre 2007 y 2008, año en que se estima que la pobreza disminuirá casi un punto, hasta el 33.2% (182 millones de personas), mientras que la indigencia aumentará levemente hasta el 12.9% (71 millones).




lunes, 27 de julio de 2009

En Junín hay un aproximado de dos mil Indigentes.

Luciano Polo, coordinador del área de Acción Social, de la Secretaría de Junín, manifestó que se ha incrementado la demanda de asistencia de los sectores más carenciados en este crudo invierno.Para hacer frente a todos los gastos de la Secretaría, que incluye además las áreas de Discapacidad, Violencia Familiar, Salud, entre otras, el Municipio asigna entre 15.000 y 20.000 pesos por mes, lo que se suma a los 25.000 que manda la provincia de Buenos Aires a la Comuna.“La asistencia social no para durante todo el año. A toda persona que llega se la escucha y se le da una respuesta en la medida de las posibilidades, pero siempre tratando de brindarle una ayuda”, asegura Polo.Respecto a los últimos días, el funcionario señaló que en julio se notó una mayor demanda de garrafas sociales, al punto tal de tener que ampliar el cupo habitual que tenían.También se piden más frazadas, mercadería y leña para las estufas. “Nosotros entregamos acolchados. En los roperos municipales se reacondicionan las colchas viejas o la ropa vieja para ello”, aclaró.Para Polo es común que en la Secretaría de Acción Social vaya gente a pedir asistencia durante todo el año, por eso se la atiende en las mismas oficinas de calle Gandini o en los propios barrios, a través de las asistentes sociales. Ellas contactan a los vecinos y luego presentan el informe en la Secretaría para que se realice la ayuda.Según lo manifestado por Polo, la Secretaría tiene 14 asistentes sociales por lo que están tratando de cubrir la creciente demanda, no sólo de Junín sino de las unidades sanitarias de los pueblos del partido.En ese sentido, calculó que alrededor del dos por ciento de la población es indigente. El número, estiman en el Municipio, indica que son alrededor de dos mil los pobres de nuestra ciudad.

miércoles, 15 de julio de 2009

Detenidos dos vagabundos que agredieron en un albergue de Santander a unos policías.

Agentes de la Policía Municipal detuvieron en la tarde de ayer, lunes, a dos jóvenes indocumentados que se encontraban en el albergue del transeúnte de Santander, y que agredieron a los agentes cuya presencia había sido requerida en el centro.Los hechos ocurrieron a las siete de la tarde, en el Albergue Municipal de Candina, donde miembros de la Policía Municipal, que fueron requeridos por la monja encargada de dicho centro, trataron de identificar a dos jóvenes indocumentados.En ese momento, uno de ellos, identificado como E.A, reaccionó de forma violenta, intentando darse a la fuga y agrediendo a los agentes actuantes. Por ello se procedió a su detención, instruyéndose las preceptivas diligencias judiciales. Como consecuencia de la intervención, dos agentes de la Policía Municipal necesitaron ser asistidos en un centro médico.


lunes, 6 de julio de 2009

Una luz de esperanza para abandonar la calle

Un recorrido por las calles de Manizales permitió observar la dura realidad de la indigencia en la ciudad. Hombres que duermen en los andenes y debajo de los puentes se levantan con la ilusión de ver el mañana dentro de un proceso de rehabilitación. Historias.

Mientras la ciudad despierta, algunos habitantes de la calle se acuestan. Ellos prefieren trasnochar antes que la mañana los sorprenda sin material de reciclaje, o por el contrario, sin poder vender su chatarra o cartón que les permitirá subsistir durante el día.Es viernes 3 de julio y son las 5:00 de la mañana. En la Estación de Bomberos Los Fundadores está lista la caravana de funcionarios de la Alcaldía y personal de la Policía Caldas que recorren las vías para invitar a los indigentes a unirse al programa de la Unidad de Protección a la Vida (UPV).La primera estación es el puente peatonal del Liceo Isabel La Católica. Un hombre, que se cubre del frío con una bolsa de basura, acepta subirse a la camioneta que lo llevará a la Estación de Policía del barrio Colón, donde atienden a la población vulnerable.El recorrido continúa y, a escasos metros un señor de unos 40 años se amarra sus zapatos y coge su maleta para montarse al vehículo. Cerca al lugar, por la iglesia de la Valvanera, un muchacho prefiere evadir a los funcionarios y mientras corre exclama: “tranquilos, me voy para La Galería a dormir”.Realidad que golpeaEl grupo de la UPV se desplaza hacia el Parque Ernesto Gutiérrez, donde tratan de convencer a dos señores para que reciban un baño, vestido, alimentación y ayuda terapeútica en las instalaciones del programa. Al final, y luego de una larga conversación, rechazan la invitación. Agarran sus costales y se marchan.La caravana se desplaza hacia el sector del Parque Olaya y luego toma la carrera 23, donde recogen a dos más. Uno, en la calle 21, y el otro, en la calle 27, que dormía en la puerta de la pastelería La Suiza.La delegación continúa con su ronda y en el puente, a un costado del colegio Alfonso López Pumarejo, encuentra a un señor que duerme agarrado de las piedras y rodeado de un olor a excremento. “No me quiero acompañarlos porque tengo que ir a misa y al médico”, le dice al personal.Siguen por la Avenida Paralela y luego suben al Parque de Los Enamorados. Allí se monta otro joven a los carros, pero sin olvidar su acolchado.Terminan el operativo en la sede de la UPV. 23 indigentes aceptaron la invitación. Varios ellos se tiran de los carros y corren hasta el patio donde los espera el grupo de profesionales. LA PATRIA, luego del recorrido que hizo, cuenta cuatro historias de estos hombres que se rebuscan la vida en la calles de la ciudad.Carlos Alberto Cuervo EncisoEs manizaleño y tiene 47 años. Dice que está en la calle porque una moto mató a su mamá hace varios años. Perteneció ocho años al Ejército y, según él, sólo cuenta con un hermano jubilado de la Policía que está en Cali. “Él a veces se preocupa por mi, pero prefiero no molestarlo. No me gusta la calle, pero que más hago. Tengo otros hermanos, pero no quiero saber de ellos. Quiero cosas imposibles como tener a mi madre y, hasta de pronto, regresar al Ejército”, comenta.Sobre la vida que lleva y los peligros en la calle, expresa no sentir miedo, a pesar de que hace mes y medio le pegaron un tiro en el cuello cuanto intentó defender en La Galería a un compañero al que iban apuñalar.Juan Pablo DuqueTiene 27 años, 14 de ellos, en la calle. Nació en Manizales. Sus padres y dos hermanos viven en el barrio Los Alcázares. A nadie le echa la culpa de estar en la calle. Asegura que fue su decisión, por probar la droga. Ha regresado varias veces a la casa, pero prefiere la calle porque la droga es “como una enfermedad y el cuerpo la pide”.Estudió hasta octavo de bachillerato en el colegio Inem. Afirma que estuvo seis meses juicioso, cuando hace varios años lo llevaron a La Linda por tener papeletas de bazuco.Aunque está dispuesto a cambiar, manifiesta que no está de acuerdo con el manejo de la UPV, pues cuando decide ir a las instalaciones, los servicios son muy demorados y necesita producir para el día. “Vivo del reciclaje y de los mandados que le hago a los artesanos del Parque Caldas. La dormida por lo general es en el barrio El Bosque, o donde me coja la noche”.Juan Gabriel Marín ArévaloEs del barrio San José de Manizales. Lleva tres años en la calle por culpa de la droga, según su testimonio. Tiene 22 años y estudió hasta cuarto de primaria. Dice que se siente solo, pues su mamá se mantiene de viaje con un señor de una tractomula por Medellín y Bogotá. Además, sus dos hermanos están en la cárcel.“Las amistades me llevaron a consumir y cuando necesito una ayuda no aparecen. Vivo del reciclaje y, por lo general, duermo en el barrio San Joaquín. Estoy expuesto a muchos peligros, pero no me da miedo”.Agrega que la UPV le parece interesante, pero que deberían internarlos para pensar en una rehabilitación.Fabio Nelson Betancur GiraldoLa falta de dinero y su adicción a las drogas lo llevaron a la calle. Cuenta que hace nueve años le robó 3 millones 500 mil pesos a una señora de la Fiscalía en Bogotá. El atraco lo cometió porque sus dos hijos y esposa no tenían qué comer. “Esperé a que saliera de un restaurante y la robé con el pico de una botella. Ella estaba borracha y llevaba un revólver en el bolso. También llevaba 400 millones en cheques, pero no podía hacer nada para reclamarlos. Fui tan de malas que nueve meses después del robo, me encontró y me pegó un tiro en el pecho que me dejó sin un pulmón y cojo”.Como la mayoría de indigentes, también vive del reciclaje y de la limosna. La utiliza para comprar medicamentos, comida y vicio. Fabio Nelson espera regresar pronto a Bogotá, aunque le da miedo que lo maten, pero dice que en Manizales la gente lo trata mal y lo humilla.La voz de un expertoFernando Cantor, Director del programa de Sociología de la Universidad de Caldas, analizó la indigencia en Manizales y Colombia, pero además puso algunos ejemplos internacionales que se pueden implementar dentro de la UPV.Para el investigador, lo primero que se debe hacer es profundizar qué es la indigencia para determinar fenómenos que inciden en ella. Según el docente universitario, existen razones como la pobreza extrema, la pérdida de vínculos familiares, las adicciones a las drogas y la ruptura de lazos en comunidad, que ayudan a expandir el problema social.“En nuestro país el desplazamiento forzado es un factor determinante dentro de la indigencia. Se necesita elaborar unapolítica pública y hacer una estrategia más amplia que involucre al Estado y al sector privado. De esta manera, se construye a un ciudadano que carece de vivienda, educación, alimentación, bienestar social y vida laboral”.El también sociólogo dijo que en España, Francia e Inglaterra, la persona que habita la calle necesita ocho meses para desintoxicarse y dos años para reintegrarse a la vida cotidiana. Resaltó que en los países europeos implementan un modelo que consiste en saberle llegar a estas personas para crear una empatía; lo otro es llevarlos a un albergue para iniciar un proceso de rehabilitación, además de crear espacios en donde ellos puedan vivir en comunidad, y darles de alta para reinsertarlos a la vida laboral.En el Eje Cafetero* Fabio de Jesús Sánchez, Subsecretario de Gobierno de Pereira.Señaló que en la ciudad apenas iniciaron un programa denominado Manejo integral a la indigencia. La intención es llevar a los habitantes de la calle a un albergue para que duerman allí y en el día trabajen con el reciclaje, mediante una cooperativa que pretender crear. “El lugar se está acondicionando y hace un mes y medio hicimos una brigada de salud para censarlos. En Pereira hay alrededor de 240 indigentes, de ellos 128 pertenecen al programa”, anotó el funcionario.* Liliana Jaramillo, Secretaria de Desarrollo Social de Armenia.Sostuvo que cada 15 días realizan operativos para llevar a los indigentes a la Fundación Hernán Mejía para brindarles un apoyo similar al que se ejecuta en Manizales. Agregó que en la ciudad hay 180 personas en la calle, pero aclaró que la cifra está en aumento porque a diario llegan de otras ciudades.* Julián Andrés Vasco Loaiza, Secretario de Gobierno de ManizalesSobre el programa de la UPV resaltó su importancia, pues es la primera vez que en la ciudad se hace algo para atender a la población vulnerable. Dijo que en 20 días que lleva el proyecto, se han atendido 600 indigentes que repiten los servicios ofrecidos. Concluyó que en la ciudad hay cerca de 150 indigentes y que esperan ayudarlos para que se reintegren a la vida normal.Habla la comunidadAlgunos manizaleños opinaron sobre qué se debe hacer con los indigentes que recorren las calles de la ciudad. La mayoría coincidieron en que las autoridades les tienen que dar garantías para rehabilitarse.José Ovidio Aguirre, pensionadoLos tienen que recoger de las calles y hacer algo por ello. La Alcaldía se debería comprometerse más con estas personas.Ignacio Betancur, jubiladoLas autoridades tienen que hacer el esfuerzo de identificar de dónde provienen para enviarlos a sus ciudades de origen y así protegerlos.Héctor Herrera Henao, pensionadoHay que ofrecerles un albergue permanente luego de recogerlos de las calles.Marina Rendón, ama de casaEs obligación del gobierno ayudarlos y hacer obras de caridad para que no pasen necesidades.David Robledo, jubiladoEl Municipio debe implementar políticas para ayudarlos cuando ellos necesiten cualquier servicio.El proyectoLa Unidad de Protección a la Vida (UPV) es un centro de atención transitoria para indigentes, trabajadoras sexuales y los llamados 'chirrincheros' que deambulan por las calles de la ciudad, en donde se les brindará atención en salud, alimentación, vestido y peluquería.“Auxiliares del programa invitarán a estas personas a vincularse a la campaña. Los profesionales que atenderán a los beneficiarios tendrán tres turnos en el día, para operar las 24 horas. Ayudarán a prevenir los actos de violencia y a orientar a la población en la autoprotección y respeto por su dignidad humana”, explicó Alberto Agudelo Moreno, representante de la Corporación Tejido Social, encargada de la operación de la UPV.

sábado, 13 de junio de 2009

“La pobreza tiene cara de mujer”


La crisis económica mundial reducirá drásticamente el salario individual de las mujeres africanas, así como los presupuestos que de que disponen para administrar sus hogares, con consecuencias especialmente perjudiciales para las niñas, explicó Obiageli Ezekwesili, vicepresidenta del Banco Mundial para la región de África, en una conferencia reciente sobre el impacto de la crisis económica mundial en las mujeres de África.
“La pobreza tiene cara de mujer, y la crisis económica mundial tendrá un impacto importante sobre las mujeres, a medida que crece la cantidad de mujeres que pierden su empleo y se ven obligadas a arreglárselas con ingresos familiares que se reducen permanentemente”, detalló Ezekwesili el 8 de mayo pasado en la conferencia “Women and the Changing Global Outlook”, organizada por la Embajada de Gran Bretaña en Washington, y la National Geographic Society.
“La pobreza tiene rostro femenino", agregó, mientras comenzaba a describir el retrato de la típica joven africana que vive en la pobreza.
“Tiene 18 años y medio. Vive en una zona rural. Abandonó la escuela. Es soltera, pero está a punto de casarse o de que la entreguen en matrimonio a un hombre que prácticamente le duplica la edad. De aquí a otros 20 años ya habrá tenido seis o siete hijos”, describió Ezekwesili, citando datos de la última edición de la publicación anual del Banco Mundial, Indicadores de Desarrollo en África (IDA).

Albergues protegen a indigentes de las heladas noches invernales

En la ciudad de Cochabamba cerca de 500 personas viven en situación de calle, muchas de ellas afectadas por el consumo crónico de alcohol, entre estibadores, lustrabotas y otros jornaleros.
Hace más de tres años Miguel Torrico (nombre ficticio) muestra la triste realidad de vivir en las calles, durante este tiempo las noches de verano o invierno su único cobijo fueron un par de cartones viejos, periódicos y algunas bolsas de saquillo. Hasta el pasado fin de semana el techo bajo el cual se cobijaba para pasar las frías noches de invierno eran las galerías de la plaza 14 de Septiembre, sin embargo hace cuatro días su realidad cambió con la apertura del programa “Frío Invierno, Calor Humano”, impulsado por el Servicio Departamental de Gestión Social, (Sedeges) de la Prefectura, ya que ahora cuenta con una cama y alimentación. “Cuando llega el invierno vivo con el temor de morir de frío en las calles, sólo tengo unos cuantos cartones y periódicos con los que tapo mi cuerpo, pero estos no contrarrestan el frío de las noches y las madrugadas. Desde el lunes el miedo que tenía de perder la vida dejó de ser una preocupación para mi porque ahora tengo una cama y frazadas para taparme”, dijo el indigente que es recogido todas las noches por el bus prefectural para ser llevado al albergue habilitado en las instalaciones del Sedeges, ubicado en la calle 16 de Julio entre Ecuador y Venezuela. Como Miguel existen más de 40 personas que a partir del pasado lunes cuentan con un lugar donde pasar las noches, cenar y desayunar, para que al llegar la mañana puedan salir nuevamente a realizar sus actividades, muchos de ellos trabajando como jornaleros, lustrabotas o estibadores.Hasta la fecha el Sedeges ha habilitado dos ambientes que tienen la capacidad de albergar a 50 personas, el primero ubicado en las mismas instalaciones del Sedeges cuenta con 30 camas para acoger a indigentes o personas que por distintas razones viven en las calles. El segundo albergue que fue aperturado gracias a las instalaciones que fueron prestadas por una iglesia, está ubicado en la zona de Linde y tiene una capacidad para albergar a 20 personas. En estos dos ambientes las personas que viven en la calle reciben una cena y un vaso de leche caliente todas las noches y un desayuno por las mañanas. Además de recibir la atención de médicos y psicólogos que están prestos para tratar sus enfermedades y ayudarlos a salir de alguna manera de los vicios que tienen. Gracias a la ayuda de algunas personas que hacen llegar sus donaciones al Sedeges los indigentes también reciben algo de ropa y cuentan con una ducha donde pueden asearse diariamente. Según la directora del Sedeges, Mirian Cadima el presupuesto para llevar adelante dicho programa es para 100 personas pero debido a la falta de ambientes para habilitar otras 50 camas por el momento solamente se está atendiendo a 50 personas.“El programa tiene una duración de 40 días y todavía estamos en la búsqueda de un ambiente más para poder dar ayuda a otras 50 personas más”, dijo Cadima a tiempo de dar a conocer que el presupuesto para el programa es de Bs 21.800. Desconfianza Cuando llegan las 20:30 pm el bus del Sedeges que tiene una capacidad para 60 personas sale a las calles con un grupo de 10 personas que ayudan en el recojo de los indigentes para llevarlos al albergue. Su ruta recorre el Mercado Calatayud, 25 de Mayo, las calles Brasil y Lanza, la plazuela San Antonio, la plazuela Sucre y termina en la Plaza Principal 14 de Septiembre. A pesar de que el personal del Sedeges está uniformado y de manera cordial invita a los indigentes a pasar al bus para que sean llevados a los albergues, existe mucha desconfianza de parte de la gente que no quiere subir al motorizado porque asegura que no los devolverán a las calles.“Algunos creen que están siendo reclutados para ser llevados al trópico de Cochabamba de donde no los dejarán salir, otros incluso piensan que el programa es una especie de captura para tratar de eliminarlos porque viven en las calles”, dijo Cadima. Sin embargo existen otras personas que por su propia voluntad suben al bus y se dejan llevar o al comenzar la noche comienzan a llegar al Sedeges para dormir.“El objetivo principal del programa es evitar que la gente que duerme en la calle sufra por el frío y la falta de alimentos por lo menos en la época de invierno que es donde más corren el riesgo de que su salud se deteriore”, manifestó Cadima a tiempo de sostener que para hacer el control de manera diaria dos personas del Sedeges se encargan de hacer el control acompañando cada noche a los indigentes. Más de 500 personas en las calles La directora del Sedeges dio a conocer que para poner en marcha este programa, que en la próxima gestión se podría ampliar con la mayor otorgación de recursos, se hizo un diagnóstico situacional de las personas que viven en la calle. “Queríamos saber más o menos cuántas personas viven en las calles solamente en el Cercado y hemos logrado identificar a una población que supera las 500 personas”, informó. Al mismo tiempo indicó que a pesar de que los albergues solamente refugian a personas de los 30 años para arriba, sostuvo que cuando se encuentra a mujeres u hombres acompañados de sus hijos éstos son enviados a hogares para pasar las noches.